domingo, 31 de enero de 2010

“Ta’ ponchao, desesperao” y el 26 de septiembre…

Todo hombre encontrará su Waterloo algún día
Wendell Phillips (1811-1884)
Líder abolicionista estadounidense.

Chávez está “ponchao y desesperao”. La cháchara insulsa no da para más. Perdió el apoyo popular. En su desesperación quiebra el bate. Lo lanza contra el suelo, bota tierrita y no quiere jugar más en el escenario democrático. Lanza amenazas “tomaré medidas radicales si siguen por ese camino” ¿La protestas? Ellas persistirán, son constitucionales, legales, cívicas, pacificas, democráticas y bien justificadas. No hay electricidad, no hay agua y la inseguridad está desbordada. Un, dos, tres ta’ “ponchao” El gobierno no aporta soluciones y, ya no hay un ápice de dudas, Chávez: es el problema. La incapacidad lo lleva al desespero. Está ponchao, desesperao y el 26 de septiembre, también estará “derrotao” Anótenlo.

Los lanzamientos que lo dejan con la carabina al hombro, no son del equipo contrario u opositor. Las rabo e’ cochino provienen de su misma incapacidad e ineptitud. El país ya no soporta tanta corrupción, regaladora e incompetencia para solventar problemas tan graves como la falta de electricidad, agua, inseguridad, escasez de alimentos, alto costo de la vida, especulación, embestidas a la libertad de expresión y hospitales en ruinas. Son dramas que la gente vive en la vida real y que destrozan el mundo irreal que dibuja el Presidente en sus largas, triviales e insoportables cadenas. Por más que se tongonee, se le ve el bojote de la incapacidad. No quiere ver lo obvio. Impuso en estos 11 años: El caos del siglo 21.

El ponche que le propina el fracaso de sus políticas públicas, lo desespera a niveles paroxísticos. Acusa, ofende, califica, amenaza a todo el que protesta ante el desastre del siglo 21 del cual es el único ideólogo, ejecutor y responsable. No contento con esto, ahora pelea y atropella a sus mismísimos aliados. Unos le renuncian por dignidad y respeto a ellos mismos y los que no le bajan la cerviz, los intenta intimidar con intervenciones a las policías regionales. La desesperación e irascibilidad, no le deja ver más allá de su ombligo. Está convencido erróneamente de que, es el único que posee la verdad y no hay otro venezolano sobre esta tierra de gracia, que pueda contradecirlo y mucho menos oponersele. La megalomanía también se descontrola, ciega y conduce a los intentos de dictadura. “El estado soy yo” Luís XIV de Francia, dixit.

La sociedad democrática del país, no saldrá a jugar caimanera invitado o presionado por un “ponchao” y “desesperao”, saldrá al campo de juego el día y hora fijado en el calendario oficial establecido por la constitución y las leyes. El árbitro, en este caso el CNE, aún cuando está parcializado con el ponchao, llamó a los participantes del juego electoral para el domingo 26 de septiembre. En esa fecha, y no antes, nos veremos las caras, nos contaremos y no hay dudas de que, ni el árbitro, podrá salvarlo del ponche final en el noveno inning cuando salga a batear para entregar el out 27. Ese día perderá el juego por paliza.

Cuando el soberano, le meta la rabo e’ cochino del aluvión de votos el 26 de septiembre, abrirá los ojos, pero será muy tarde. Quedará con los ojos claros y sin vista, “ponchao”, mucho más “desesperao”, “derrotao” y recogiendo los vidrios del desastre del siglo 21. No os desesperéis. A todo cochino gordo le llega su sábado.

miércoles, 20 de enero de 2010

Contacto con la realidad

La mejor manera de escapar de
tus problemas es resolverlos
Dr. Robert Anthony (1916-)
Educador y escritor estadounidense.

Una gran mayoría de venezolanos, puso sus esperanzas en el golpista fracasado Hugo Rafael Chávez Frías. La conexión emotiva entre el líder y su masa de seguidores, fue solidificándose en la medida que la cháchara presidencial fue interpretando cabalmente la problemática que agobiaba al país. En sus discursos actuó como encantador de serpientes. Entonó la música que era agradable al oído del soberano, exacerbó la división de clases, y elevó el populismo a grados superlativos. Embobó a buena parte del soberano.

Con la palabra y no con los hechos convencía a sus seguidores y a gran número de los llamados Ni NI, de que sus políticas públicas se orientaban a solucionar los problemas estructurales de la sociedad, ofrecía que en 10 años no habría pobres, que cuando iniciará su segunda década toda Venezuela empezaría a entrar en el paraíso prometido. Existirían servicios públicos eficientes, una economía estable, un aparato productivo robusto – en el campo y en la ciudad – pleno empleo, no habría inflación en los productos de la dieta diaria, bienes y servicios y estaría derrotada la especulación. Un bolívar fuerte, en una economía fuerte y nuestra calidad de vida optimizada. La propia siembra de esperanzas. La realidad es terca y los resultados evidentemente son desastrosos y pavorosos para todos. Escuálidos y rojos rojitos.

La cháchara populista no tenía límites. La ilusión de muchos venezolanos se acrecentaba. Los precios del petróleo barrieron todos los record y alcanzó niveles jamás soñados. Los electores se volcaron en las urnas electorales para garantizarle al nuevo Mesías mayoría parlamentaria absoluta. Los poderes públicos fueron colocados al servicio del llamado proceso y su amado líder. Le faltaba un poco de más tiempo para llevarnos al paraíso soñado. Un período, repetía, es muy limitado y necesitaba atornillarse en el poder. Lo reeligieron 2 veces, va a mitad de su tercer mandato, logró enmendar la constitución y amenaza con un cuarto, un quinto y hasta el resto de sus días. Todo el poder para los rojos rojitos y nada que mejora el enfermo. El desastre se acrecienta.

La mayoría de los venezolanos le entregaron un cheque en blanco. En 11 años, los resultados no pueden ser más frustrantes. Los problemas se acrecentaron, la corrupción de la cuarta hizo metástasis en la quinta, los precios del petróleo se multiplicaron en 7.5%, de 70 dólares, saltaron a 75 promedio anual, el llamado y promocionado bolívar fuerte con las devaluaciones perdió 90% veces su poder adquisitivo, no hubo previsión, inversión y planes para el país, toda la gran fortuna de los venezolanos fue regalada a manos llenas a otros países, los chavoburgueses se roban la otra parte y ahora llegamos a un nivel de desgracia que nos obligan a vivir en tinieblas. Peor desempeño imposible. Hasta la luz se le fue a la robolución.

Los encantadores de serpientes, prestidigitadores, ilusionistas que no acompañan con ejecutorias, acciones y hechos concretos sus habilidades histriónicas, les llega el momento de hacer contacto con la realidad. Una mentira no se puede sostener tanto tiempo. Ya lo aseguraba doctamente el estadista estadounidense Abraham Lincoln “se puede engañar todo el tiempo a una parte del pueblo y a todo el pueblo una parte del tiempo, pero no se puede engañar todo el tiempo a todo el pueblo” y hay quienes dicen sabiamente, “la popularidad como la medicina, tiene fecha de vencimiento” y “a todo cochino gordo le llega su sábado” Chávez, dixit.

El contacto con la realidad nos indica con precisión que Chávez no es la solución de nuestros problemas. Chávez es el problema. En las elecciones parlamentarias, el elector sabrá con precisión, como empezar a resolver y escapar de esta tragedia roja rojita. El desastre que usted ve, cuando llega la luz, no necesita anteojos. A buen entendedor pocas palabras.

sábado, 16 de enero de 2010

El 26 septiembre es la gran oportunidad

El hombre es el artífice de su propia felicidad
Henry David Thoreau (1817-1862)
Escritor, poeta y pensador estadounidense.

En época de abundancia, entramos en un período especial y nos aplican un racionamiento salvaje. Las focas del comandante nos dicen – sin ruborizarse – que el culpable es el fenómeno de El Niño, el capitalismo y la IV república. Hay un niño que nació en Sabaneta de Barinas, el cual ya adulto llegó a la Presidencia de la República, lleva 11 años con todo el poder y un capitalismo al cual le vende el petróleo de contado, en dólares, que nos convierte en un país rico, con un primer mandatario que regala su riqueza sin tasa ni medida empobreciéndonos inexplicablemente. Ese niño y esa conducta manirrota, nos condujo a aterrizar en el mar de la felicidad fidelista y chavista. Un país en ruinas.

En esta situación dramática, la sociedad democrática enfrentará una campaña electoral para renovar el Parlamento Nacional. Los diputados actuales – salvo honrosas excepciones – han convertido ese sagrado recinto de la patria en una manada de focas que le aplaude incondicionalmente los chascarrillos y hasta las salidas escatológicas al comandante en jefe del proceso de destrucción nacional. Este escenario electoral, plagado de ventajismos y abusos por parte del árbitro electoral, no podrá con la fuerza del voto castigo de un electorado hastiado de tanta incapacidad, indolencia, corrupción y manirrotismo. El 26 de septiembre, será la gran oportunidad de la rebelión popular, que nos zafe mediante el voto, del mar de la felicidad fidelista y chavista que nos arruinó el país.

Los autores de este desastre nacional, secuestraron las instituciones, decomisaron la fabulosa riqueza nacional, despilfarraron, se robaron y regalaron a manos llenas nuestros dólares. No previeron, no invirtieron y mucho menos pensaron en el mantenimiento, crecimiento y desarrollo de los servicios públicos instalados durante los vituperados 40 años de la democracia representativa. La ineficiencia, incapacidad e indolencia con los pobres de Venezuela, les explotó en la cara y ahora salen con el caradurismo más chapucero a echarle la culpa al fenómeno del Niño, al capitalismo y la cuarta república. La culpa, no hay dudas la tiene Chávez y el asesoramiento y chuleo del mar de la felicidad fidelista que logró el milagro de arruinar el país.

Los venezolanos debemos estar alertas. En estas elecciones parlamentarias nos jugamos la suerte de la democracia. Es necesaria una Asamblea Nacional que legisle a favor del pueblo, que controle los ingresos y los gastos de la nación, que investigue y ponga en manos del poder judicial los casos de corrupción que ya son inocultables en esta robolución. También en estas elecciones parlamentarias nos jugamos la suerte de la descentralización, de las gobernaciones, de las alcaldías, de la propia Asamblea Nacional, de los sindicatos, de los contratos colectivos, de los poderes públicos los cuales hay que colocarlos al servicio de la gente y no del régimen. En Cuba está un ejemplo patético de lo que no debe ser. En los últimos 50 años han estado y están en manos de Fidel Castro y ese mar de la felicidad fidelista no podemos repetirlo en Venezuela.

Vamos con paso firme, disposición, voluntad y mucho espíritu patriótico a ganar la mayoría parlamentaria. Es una necesidad existencial para la salud democrática, para la vida en libertad, la independencia y fortaleza de las instituciones y para que nuestra riqueza sirva para mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos y evitemos el riesgo de seguir copiando y entrando peligrosamente en el mar de la felicidad fidelista que arruinó a Cuba y que con Chávez como vasallo, amenaza con terminar de arruinar a nuestro pobre país rico.

Como lo dijo, Juan Pablo II, Venezuela despierta y reacciona. El 26 de septiembre, tenemos la gran oportunidad de ser los artífices de nuestra propia felicidad y decirle de una vez por todas ¡No! al mar de la felicidad fidelista y chavista que empujan a Venezuela por el tobogán de la desgracia.

domingo, 10 de enero de 2010

Impresiones de la opinión pública

Hace siglos que la opinión pública
es la peor de las opiniones
Sébastien-Roch Nicolás Chamfort (1740-1794)
Escritor francés.

Horroroso: el rostro que lució la ciudad durante la temporada de navidad y año nuevo. Los grotescos muñecos resultaron una morisqueta, las plazas públicas no tuvieron ningún atractivo, las calles no fueron mejoradas y ni siquiera le fue aplicado una pinturita, los semáforos perdieron hasta los minuteros que indican el tiempo de espera de los conductores, la basura se enseñoreo y para coronar la escena, lo del grito de carnaval, resultó un fiasco. La opinión generalizada de los vecinos es que no existe gobierno local. Salimos de un sicópata, criminal y corrupto, para caer en manos de un inepto de marca mayor – ojo ambos electos con los votos chavistas – Hasta los militantes del Partido “Sumiso” de Venezuela (PSUV) que no pegan una, andan como plancha e’ chino. No os preocupéis: a la hora de pagar, aunque corrupto, violento e inepto, nadie es tramposo.

Transparencia: la que presenta en su administración Petróleos mexicanos – PEMEX – todas las licitaciones, contratos, pagos, balances financieros, estado de cuenta en los bancos, están a la vista de los ciudadanos mexicanos para su seguimiento en su página web. Petróleos de Venezuela, en esta revolución, pasó de un “gobierno dentro del gobierno”, pero que mostraba signos de eficiencia reconocidos a nivel mundial, se ha convertido en una caja roja rojita sembrada en Miraflores que no rinde cuentas. Conclusión: mientras los mexicanos evolucionan, nosotros involucionamos en una llamada revolución. ¿Será posible conocer un balance financiero de PDVSA? Es un secreto bien guardado.

Grotesco: el show que montaron ante el país los “ilustres” diputados en la instalación del nuevo año legislativo. Llegaron con las pilas cargadas y se pedían aplausos entre ellos mismos. La gente veía atónita en la pantalla, que no tocaban materias tan delicadas como la inseguridad, la crisis de los servicios públicos, el desempleo, la seguridad social, la regaladera del Presidente Chávez y el cierre de los Mall que se traduce en miles de desempleados. Andaban en otro mundo ¡Un fuerte aplauso para Cilia! ¡Un fuerte aplauso para Saúl! ¡Un fuerte aplauso para Dario! ¡Un fuerte aplauso para Albornoz! y las palmas se reventaban. Leyes para favorecer a Chávez ¿Y las que favorecen al pueblo que los eligió? No hay dudas ellos van por el sendero de felicidad y los ciudadanos por el camino del tormento. ¡Viva el servilismo! A confesión de parte relevo de pruebas.

Sindéresis: la que solicita en voz alta la sociedad democrática a todos los factores de oposición que tienen la responsabilidad de adelantar la estrategia unitaria para las elecciones parlamentarias que se celebrarán el 26 de septiembre. “tienen que unirse” “vamos a unirnos” “sino se unen se fuñen” es el grito angustioso que todos oímos en los más recónditos lugares de la geografía nacional. La unidad, entonces, es una necesidad existencial. Consenso, dónde no exista discusión y elecciones primarias en aquellos circuitos electorales que tengan varios aspirantes calificados. La unidad tiene y debe hacerse por abajo. Los que no se pongan de acuerdo, tienen que someterse a la voluntad popular para que el pueblo los ponga de acuerdo. A buen entendedor pocas palabras.

Inseguridad: en la materia que asegura el Presidente Chávez “tiene el toro agarrado por los cachos”. Con el acrecentamiento de la inseguridad, el robo, los atracos, la violencia y los asesinatos a manos del hampa desbordada, la gente en la calle tiene la impresión de que, el animal que agarró fue un burro por las orejas. La delincuencia, que debe ser combatida y atacada desde sus profundas raíces sociales y una bien orientada política preventiva y represiva, derrotó al comandante. La opinión pública, con relación a la lucha contra la inseguridad que adelanta Chávez, tiene la peor de las opiniones. El 26 de septiembre, por más que manipulen los circuitos, la gente cobrará con creces en las urnas electorales y… a llorar al valle.

domingo, 3 de enero de 2010

Chávez: ¡El año terminó muy bien!

El medio más fácil para ser engañado
es creerse más listo que los demás
François de La Rochefoucauld (1613-1680)
Político y escritor francés.

Nunca antes un gobierno había disfrutado de más ventajas para lucirse. Apoyo popular inmenso, los más fabulosos ingresos económicos, concentración de todos los poderes y tiempo excesivo (11 años) El fracaso es tan evidente que surgen muchas preguntas ¿Qué le faltó al comandante Hugo Chávez? ¿Proyecto de país? ¿Visión de futuro? ¿Ocuparse en buscarle solución a los problemas de los venezolanos? ¿Definición ideológica? ¿Capacidad? ¿Probidad? ¿Recursos humanos calificados? ¿Exceso de verborrea? No hay excusas. Venezuela le colocó todo en sus manos y lo tuvo (tiene) a la disposición, pero la ceguera, la falta de diálogo y el sectarismo, condujeron a la revolución a esta estruendosa desgracia. Tiempo que se va no vuelve.

Las oportunidades se aprovechan o se desperdician. La revolución no aprovechó su oportunidad, se perdió en la diatriba, la pelea estéril, inventando enemigos externos, regalando nuestra riqueza y la paranoia de una supuesta invasión. En esas ridiculeces se les consumió el tiempo y la gente observó, cómo al son de los aplausos y enriquecimiento de los incondicionales, se desperdició la oportunidad más brillante que tuvo la república para desarrollarse, democratizarse, descentralizarse y mejorar la calidad de vida de todos los compatriotas, hasta en los rincones más recónditos de nuestra geografía nacional. Esa era la verdadera revolución.

En 11 años de gobierno, la inseguridad está desbordada, la crisis de la salud convierte nuestros centros de salud en terminales de vida, la inflación acabó con el poder adquisitivo del salario real, la corrupción penetró todos los intersticios de la administración pública, la especulación se mueve como pez en el agua, la economía es tan endeble que depende de los dólares, que pueden ingresar por concepto de la venta del petróleo al imperio, para poder adquirir en el exterior los productos de la dieta diaria, lo que nos convierte en un país con una economía de puertos y para colmo de males, ahora no disponemos ni con servicios de electricidad, agua y Aseo Urbano Domiciliario medianamente confiables. Es un cuadro dantesco.

En medio de ese estruendoso fracaso gubernamental, el presidente Chávez se presenta, en cadena nacional, con su humanidad obesa, luciendo prendas de vestir de marcas exclusivas, con su corte de adulantes aplaudiéndolo y nos afirma en su mensaje de fin de año: “El año termina muy bien” obvio, termina muy bien para la familia real de Barinas, Diosdado, Jesse, Arné, JVR, Aristóbulo y los boliburgueses. Eso, no tiene discusión. Pero, siempre surgen los peros ¿Y la gente de a pie que muere a manos del hampa? ¿Y los millones de venezolanos que no pudieron comerse una hallaquita? ¿Y los que vivieron el horror de recibir el año en tinieblas, sin agua, con la basura poniendo en peligro su salud y con el hampa al acecho? ¿Y los que se vieron necesitados de ir a un centro de salud? Para ellos, terminó el año muy bien…bien mal. ¿A quién pretende engañar Chávez? ¿Es que se cree más listo que los demás? La gente no es tonta.

Este 26 de septiembre, llega inexorablemente la gran oportunidad de abrirle los ojos y ponerlo a pisar tierra votando para obtener una Asamblea Nacional equilibrada, estamos seguros, este año que iniciamos, sí puede terminar muy bien. Mientras tanto, P A N para todos “Próspero Año Nuevo”