sábado, 30 de mayo de 2009

La burla a la soberanía popular

La opinión de toda una multitud es siempre
más creíble que la de una minoría

Miguel de Unamuno (1864-1936)
Filósofo y escritor español.

Le quitaron las competencias al alcalde Metropolitano. ¿Y? sencillo: el gobierno autoritario del presidente Chávez se burla de los casi 800 vecinos de la Gran Caracas que votaron y eligieron al Dr. Antonio Ledezma y derrotaron el mejor candidato del chavismo el Prof. Aristóbulo Istúriz. Nombran una autoridad única (virreina) violando todos los preceptos constitucionales y apelando a una vulgar pirueta legislativa ¿Y? sencillo: golpean, arrinconan y se burlan, no del alcalde legítimamente electo. ¡No! Es a la voluntad popular, a la ley de descentralización y a la democracia participativa y protagónica de la que alardea el gobierno nacional. El irrespeto y la burla a la soberanía popular son de tronío.

El Dr. Antonio Ledezma lo ha dicho, repetido y sostenido. No defiendo un cargo, la lucha es por la defensa de la vigencia del sistema democrático, el respeto a la voluntad e intención de los electores reflejada en las urnas electorales y, ante el evidente abuso de poder, burla e irrespeto a la voluntad popular a dicho sabiamente “El que crea que este ventarrón autocrático no le moverá una teja de su casa, no está viviendo e interpretando el momento agónico que vive la democracia venezolana” la premonición está a la vista. Ahora están liquidando el Cabildo Metropolitano, legítimamente electo el pasado 23N-2009 y que tiene la misma fuente de origen y legítimidad de los verdugos de la “soberana” Asamblea Nacional. El arrase es total y totalitario.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Las expropiaciones a fincas productivas, a empresas en manos de venezolanos con el cliché de nacionalizarlas ¿Y no estaban en manos de nacionales? El ataque sostenido al movimiento sindical, el irrespeto a todas las convenciones colectivas, el numeroso grupo de desempleado que producen cada acción virulenta del jefe del estado contra el aparato productivo, la ideologización de la educación, el golpe a la libertad de expresión, el ataque despiadado contra la propiedad privada, el quiebre de la descentralización y la nueva Ley de Orgánica de Procesos Electorales que pretenden aprobar son señales inequívocas de la vocación dictatorial del dueño de la bota militar. No nos hagamos los locos, es contigo, conmigo y con todos.

Todas estas acciones y muchas otras demuestran lo que afirma el Dr. Antonio Ledezma. La cuestión no es contra una persona, un funcionario electo, ¡No! Es contra todo y todos los que pensamos distinto a los amos del poder, los que creemos defendemos el sistema democrático, la alternabilidad en el poder y el respeto a la voluntad popular que emane de procesos limpios, transparentes, equilibrados y con autoridades electorales imparciales. Esa es la realidad y por el camino que vamos no quedará hueso sano. Hay que despertar y reaccionar.

El argumento para eliminar la alcaldía Metropolitana “Es un adefesio” nombraron la virreina y nada cambió. La misma estructura y los mismos funcionarios que mantenía el alcalde que fue aborrecido primero por los chavistas. No lo quisieron de candidato y luego por los electores que votaron en contra de la corrupción, podredumbre e ineficiencia chavista en la Gran Caracas y ahora se la imponen de nuevo a lo mero macho valiéndose de un vulgar dedazo que burla la soberanía popular. El mismo adefesio rojo rojito.
La opinión expresada en las urnas electorales están con Ledezma y ahora en todas las encuestas ese apoyo se ha triplicado. El la opinión de la inmensa multitud contra la fuerza de un dedo o ¿una bota militar? Lo que está a la vista…No olvidéis que Bolívar afirmó “La primera de todas las fuerzas es la opinión pública”

domingo, 24 de mayo de 2009

La Alcaldía Metropolitana

La violencia no deja de tener
cierto parentesco con el miedo

Arturo Graf (1848-1913)
Escritor y poeta italiano.

El 23N-2008, Antonio Ledezma, le ganó la alcaldía Metropolitana al mejor candidato del chavismo. Casi 800 mil vecinos de la Gran Caracas votaron por el candidato unitario de la sociedad democrática. Chávez perdió la plaza más importante desde el punto de vista electoral. Un buen demócrata acepta los resultados, acata la voluntad popular y convoca a la unidad nacional para echar andar el aparato del estado en la búsqueda de ofrecer la mayor suma de felicidad a sus connacionales. Esa era la respuesta lógica ante el castigo que le infligieron los electores. En democracia, hay que asumir las derrotas con gallardía. No queda otro camino.

En este caso, la reacción fue todo lo contrario. Desconocen la voluntad popular, no permiten la entrada del alcalde legítimamente electo a las instalaciones del edificio que desde la colonia, se la asignó a la máxima autoridad de la capital, inventan un adefesio legal, le quitan las competencias, los recursos de todas las leyes especiales (FIDES; LAE, Situado Constitucional), nombran a dedo una autoridad espuria, que ahora luce intoxicada de tanto poder y competencias que no arranca, ni arrancará porque sencillamente, no tiene legitimidad, no tiene compromisos con los electores y peor aún pareciera que no tiene capacidad para ejercer tan altas responsabilidades. Los grandes perdedores son y serán los vecinos de la Gran Caracas.

Es tanto el atropello, el abuso y el arrebatón del que es víctima el alcalde legítimamente electo Antonio Ledezma, que el adefesio legal que crearon para nombrar una virreina a dedo, cada vez que observan algún detalle que se les escapó corren a la “soberana” Asamblea Nacional a modificarlo para incluirlo y continuar estrangulando las competencias e ingresos de la Alcaldía Metropolitana. En estos días, incluirán en la ley, que los VOTOS que sacó Ledezma hay que endosárselos, por fuerza de ley, a la virreina de Caracas quien ha dicho y sostiene que “el dedo de Chávez, es el dedo del pueblo”. Una guará diría un barquisimetano.

Uno puede inferir, entonces, que como el dedo de Chávez, es el dedo del pueblo, en cualquier momento puede rectificar el error que le cometieron los casi 800 mil dedos del pueblo, que dejaron constancia de ese voto por Ledezma manchándose el dedo de tinta indeleble. Hubo un error en esos dedos que son mis dedos, dirá el comandante en un Aló, presidente y el pelotón de áulicos que integran la “soberana” Asamblea Nacional volarán a modificar la ley para contemplar que los votos no son de Ledezma, son de Chávez y él como exegeta supremo del pueblo se los adjudica a Jaquelin Farias y sanseacabó. Es el respeto a la voluntad popular en el socialismo del siglo XXI.

La violencia física que se manifestó en el asalto a la sede de la Alcaldía Metropolitana, la violencia que se manifiesta con la aprobación de adefesios legales para arrebatar las competencias a las autoridad legítimamente electa, la violencia contra el pueblo al no respetar su voluntad e intención expresada en las urnas electorales, podrá vencer, pero no convencer y, sí le ponen el oído al pueblo, podrán constatar que están perdiendo al batalla la opinión pública que es la primera de todas las fuerzas. Bolívar dixit.

Ya lo dijo el poeta Antonio Machado “Caminante no hay camino se hace camino al nadar” y la sociedad democrática con Ledezma como líder están construyendo el camino para devolverle un sistema de libertades y de respeto a al voluntad popular de todos los venezolanos. ¡Por ahora! No lavan ni prestan la batea. No os desesperéis, a la hora de pagar nadie es tramposo y no hay un ápice de dudas: Esa violencia lleva buena carga de miedo y el miedo es libre.

domingo, 10 de mayo de 2009

Grotesco golpe de estado

La historia es la suma total de todas aquellas
cosas que hubieran podido evitarse

Konrad Adenauer (1876-1967)
Primer canciller federal alemán.

Transfieren bienes de la Alcaldía Metropolitana a la autoridad impuesta a dedo. La trasferencia se hizo sin escuchar a las autoridades legítimamente electas. No hay respeto por la voluntad popular. El golpe de estado a la soberanía del elector es grotesco, grosero, vulgar y descarado. Vulneran el voto de casi 800 mil caraqueños que, a pesar del desvergonzado ventajismo oficial e institucional, eligieron al Dr. Antonio Ledezma como Alcalde Mayor. Nunca antes un gobierno se había burlado de la gente con tanta saña y desfachatez.

Entendemos que una democracia es mucho más que elecciones. Implica que los poderes sean independientes, respeto al estado de derecho, las libertades más elementales como el derecho a la propiedad privada, la libertad de expresión, el reconocimiento a las minorías y la garantías para el disentimiento sin el temor a la persecución, la discriminación y la negación del acceso a los beneficios básicos del estado, respeto a los derechos humanos, la subordinación del poder militar a la autoridad civil y el respeto a la voluntad popular. La legitimidad que surge del acto electoral hay que construirla a través del desempeño en el cargo. Son reglas de oro de un verdadero sistema democrático.

Preguntémonos y contestémonos con honestidad ¿Hay elecciones limpias, equilibradas y transparentes? ¿Hay poderes independientes? ¿Existe estado de derecho? ¿Hay libertad de expresión? ¿Hay libertad económica y respeto por la propiedad privada? ¿Las minorías son respetadas? ¿Hay garantías para el disentimiento y el pensamiento plural? ¿Los servicios y beneficios básicos llegan a todos por igual? ¿No tienen ventajas los que usan franelas y boinas rojas? ¿Hay respeto a los derechos humanos? ¿Está garantizado el derecho a la protesta pacifica y cívica? ¿Los militares actúan atendiendo los requerimientos del estado o a los caprichos y ocurrencias del presidente? ¿Hay respeto por el derecho de la gente a elegir? Por los hechos y las ejecutorias os conoceréis.

No hay un ápice de dudas. Los que no actúan segados por el fanatismo tendrán que concluir al responderse con equilibrio, sensatez y buen juicio que el gobierno viola la Constitución Bolivariana de Venezuela, irrespeta la voluntad popular, no permite la división de los poderes y concentra todo el poder contraviniendo la descentralización. En ese sentido podemos decir que el gobierno posee legitimidad de origen, pero está deslegitimándose a velocidad meteórica en el desempeño. Prueba fehaciente de esta realidad es el desconocimiento que hacen de la voluntad del elector que ELIGIO sus autoridades Metropolitanas y ahora de un solo DEDAZO las desconocen y pretenden eliminar. Un botón de muestra, pues.
El golpe de estado es grotesco. La violencia institucional es más peligrosa que la que surge de las armas. Ante el terrorismo de estado la sociedad civil queda indefensa y la reacción de calle puede ser de consecuencias impredecibles. El acrecentamiento de la crispación y el abuso de poder en cualquier momento puede ser detenido por el pueblo. El río de la historia está lleno de grandes hechos que no pueden ser desdeñados. No olvidéis: El que no conoce la historia tiende a repetirla. Estamos a tiempo de evitar males mayores. Es una humilde opinión.