viernes, 27 de marzo de 2009

El respeto a la voluntad popular

Ese que dice que esto es mío, se equivocó;
porque uno entrega por voluntad o por fuerza

Filósofo de Güémez,
personaje mexicano que se dice vivió alrededor de 1800.

No hay argumento que valga. Hay que respetar la voluntad popular. En las periódicas elecciones el pueblo elige sus gobernantes y, aunque usted no lo crea, también elige a la oposición. Los que son electos para gobernar en alcaldías y gobernaciones tienen la misma fuente de legitimidad que posee el ciudadano Presidente de la República. Ostentan, todos mandatos que provienen del poder originario: el pueblo. Hay aciertos y desaciertos en esas elecciones, pero la misma Constitución contempla los mecanismos para que ese mismo pueblo, pueda corregir algún traspié. Óigase y léase bien. El poder reside en el pueblo y es intransferible.

El 23N-2008, el pueblo fue consultado. Eligió alcaldes y gobernadores. Ratificó a unos, eyectó a otros y escogió a unos nuevos. ¡Albricias! todos a gobernar, a ocuparse de lo que tienen que ocuparse y la oposición, sin ser alarmistas, perturbadora u obstruccionista a cumplir el rol de señalar los errores y también aportar soluciones en el entendido de que “No importa quien lo haga, lo importante que las cosas se hagan y se hagan bien” El gobierno nacional que concluye su mandato el 2012, igual que ellos, está obligado a coadyuvar esfuerzos con esos gobiernos regionales y locales, para que todos marchen en la dirección de servirle decente y eficientemente a la gente. Es como funciona una democracia que se respete.

Los gobiernos recién electos, han dicho, repetido y demostrado hasta la saciedad, que quieren ejercer sus funciones, que quieren trabajar, que aspiran un dialogo respetuoso, fructífero y sano con el gobierno nacional para adelantar sus planes y proyectos en beneficio de los electores que votaron por ellos y los que no lo hicieron, pero que igual tienen derecho a ser favorecidos por la acción de sus gobiernos. Todos deben trabajar para mejorar la calidad de vida de los vecinos por igual. La posición del Presidente es incomprensible. Su accionar es la de un jefe de una facción en guerra contra otra, lo que no soluciona problemas, muy por el contrario los agudiza. No olvidéis en la unión está la fuerza.

Para que la democracia funcione, hay que respetar la voluntad popular y hacer buena el espíritu y la letra de la Constitución Bolivariana de Venezuela. Cada gobierno tiene sus competencias, ámbitos de responsabilidad y presupuestos que administrar y ejecutar para solucionar problemas de la gente. No le hace bien a un gobierno nacional que se precie de ser democrático, respetuoso del estado de derecho y la voluntad popular, arremeter, obstruir, ahogar y jugar al fracaso de gobiernos, que repito, tienen la misma fuente de origen y legitimidad que la propia. El poder en Venezuela es plural, alternativo y de origen popular. Entendiendo esa realidad, hay que respetar la voluntad de los electores.
La regla de oro de la democracia indica que mandan las mayorías y se respetan las minorías. No hay política de exterminio. En un sistema de libertades, tan importante es el gobierno como lo es la oposición. Hay que tener voluntad política para entender esta realidad o sencillamente, le dan la patada histórica a la mesa y dicen de una vez, equivocadamente, esto es mío tomándolo a la fuerza, pero mientras no lo hagan y exista democracia, hay que respetar la voluntad popular y los gobiernos legítimamente electos. No olvidéis la sabia enseñanza del prócer mexicano Benito Juárez “El respeto al derecho ajeno es la paz” ¡Vale!

domingo, 22 de marzo de 2009

La liquidación de la descentralización

Nadie es dueño de la multitud
aunque crea tenerla dominada

Eugene Lonesco (1912-1994)
Dramaturgo francés de origen rumano.
El hecho histórico democrático más revolucionario del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez Rodríguez, fue el impulso, aprobación y puesta en marcha del proceso de descentralización. La sociedad demandaba y continúa demandando que las decisiones que afecten de alguna manera la suerte de sus comunidades, municipios y estados sean consultadas, tomadas y ejecutadas los más cerca de los vecinos que sea posible. El gobierno central lucía y todavía luce paquidérmico, hipertrofiado, corrupto, ineficaz y muy lejano de las realidades que vive la provincia. Elegimos, exigimos y él ó los qué no cumplan; se van y renace de nuevo la esperanza. Hay que avanzar y profundizar la descentralización y por ende la democracia electiva, participativa y protagónica.

Bajo ningún concepto, argumento u obsesión debe permitirse volver al pasado. Esa experiencia centralizadora ya superada con la descentralización fue nefasta. Todas las decisiones se tomaban en Caracas, los recursos eran distribuidos a capricho de los “lideres nacionales” las prioridades las establecían unos burócratas que no sabían dónde quedaba la ciudad a la cual le asignaban recursos y mucho menos conocían sus problemas. Era la mayor perversidad. Llegaban contratistas con carpetas bajo el brazo, ejecutaban las obras a la machinberra, no había contraloría social y, sí algún vecino, dirigente vecinal o político reclamaba, lo amenazaban con ponerlo en la mala en Caracas. Los tipos venían blindados, guapos y apoyados.

La intención principal del proceso de descentralización, fue acercar el poder al pueblo, a las comunidades, a los vecinos. Nació la Ley Orgánica del Régimen Municipal que le dio carácter legal al movimiento vecinal. Surgió la Ley de Elección y Remoción de alcaldes y gobernadores, la elección de los concejales y miembros de Juntas Parroquiales. Todas estás leyes tienen rango constitucional, han sido mejoradas y, aún cuado persisten muchas fallas, se inicio el proceso descentralizador lentamente. Elegimos, alcaldes y gobernadores muy débiles en las primeras del cambio. Las competencias y recursos hubo que pelearlos en Caracas y paulatinamente fue mejorando la situación hasta acabar con las odiosas y corruptas alcabalas. En esa lucha todavía andamos, pero hemos avanzado.

No es menos cierto que los vecinos organizados empezaron a jugar un papel participativo y protagónico. Los presupuestos regionales se discuten con los alcaldes y concejales quienes a su vez previamente consultan las prioridades a los vecinos. Los presupuestos locales se discuten con los Consejos Comunales y demás organizaciones de la sociedad civil y somos nosotros más autónomos en la construcción de nuestros destinos, en la solución de nuestros problemas y en la mejoría de nuestra calidad de vida. Eso es lo fundamental y no podemos permitir que nos lo quiten liquidando el proceso de descentralización. La batalla hoy es por preservar nuestras conquistas y avanzar en la profundización de la democracia participativa y protagónica. Pa’ atrás ni para coger impulso.
Los que creen que tienen dominada las grandes multitudes, no son sus dueños. Los vecinos aspiramos, queremos y tenemos que poseer autonomía en la construcción de nuestro propio destino. Con la liquidación de la descentralización este gobierno juega con candela y nos pretende privar de la conquista revolucionaria democrática más importante de los últimos 50 años de vida democrática. El que tenga ojos que vea.

jueves, 19 de marzo de 2009

Dejen trabajar a Ledezma

El Trabajo es el padre de
la gloria y de la felicidad

Eurípides (480-406 a.C.)
Dramaturgo griego.
Hay que respetar la voluntad popular. Más de 700 mil caraqueños eligieron como alcalde Metropolitano al Dr. Antonio Ledezma. La elección fue el 23N y no fue hasta el 7D que pudo asumir el cargo. Nunca le entregaron, lo cercaron, lo amenazaron, asumió en medio de un clima de violencia, encontró un desastre administrativo, nóminas fantasmas y plantillas con cerca de 6 mil personas contratadas, más 3.000 que eran beneficiadas con la figura de “becas trabajo” todo un cuadro bochornoso y para coronar la escena tenebrosa, al amparo de la protección oficial, grupos radicales, para-policiales y violentos ocupan edificaciones e instalaciones emblemáticas de la alcaldía. Mayores obstáculos imposibles.

En medio de la turbulencia, el irrespeto a la voluntad popular, las acciones ilegales e inconstitucionales, el alcalde Ledezma, no se ha puesto a lloriquear, flojear, dejar correr la arruga o justificar alguna inacción que deje desamparado a los electores. Cómo guariqueño, sabe que el llanero es del tamaño del compromiso que se le presente y a la par de denunciar el desastre, la corrupción, la violencia y la toma de las edificaciones e instalaciones, ha iniciado una acción de gobierno que ha dejado pasmado a los que se empeñan en obstaculizar su gestión y maravillado a sus electores. Una demostración que estamos ante un funcionario que no llegó a improvisar y tiene bien claro el proyecto estratégico para la ciudad que lo eligió, la responsabilidad que adquirió y que el trabajo fecundo es el padre de la gloria.

Instaló el Consejo Metropolitano de Gobierno que ya tiene un trabajo avanzado en cuanto a la Mancomunidad del Aseo Urbano, coordinación policial, organización del transporte, del transito, la movilidad de Caracas y presentó un proyecto de ordenanza metropolitana para el Plan Caracas en Movimiento, taquilla única digitalizada para simplificar los tramites que requieren los vecinos en las diferentes alcaldías municipales e implementa, siempre en acuerdo con los demás alcaldes, el plan Vía Libre Para Caracas y los llamados canales de contra-flujo para ganarle la batalla al caos vehicular. ¿La respuesta del gobierno nacional? obstaculizarlo con amparos que dejan desamparados y a merced del hampa a los vecinos en las grandes colas y aglomeraciones vehiculares. No hay rendición, los tribunales dicen que no y los vecinos voluntariamente dicen que sí. Es la voluntad popular que se impone.

Hay que dejar trabajar al alcalde Ledezma, es el clamor popular. A pesar de que le quitan la competencia sobre la Policía Metropolitana, crea la Corporación de Seguridad que está formando los primeros Guardianes Metropolitanos que tienen como misión el socorro vial, auxilio y educación de la ciudadanía en un ejemplo de alto civismo urbano, instala el Consejo Consultivo de Seguridad presidido por el ilustre venezolano Fermín Mármol León quien junto a un grupo muy calificado de especialistas, presentarán a la mayor brevedad posible un Plan Metropolitano de Seguridad y para continuar su arduo trabajo en función de mejorar la seguridad de los caraqueños, también están adquiriendo unidades de patrullas y de motocicletas para las alcaldías de Sucre y el Hatillo. Esa es la acción que quieren los electores y eso pareciera darle urticaria al gobierno nacional. Es un trabajo para la felicidad de los vecinos.
Hay temor porque el alcalde Ledezma sí sube cerro y patea calles, no se exhibe desvergonzadamente como un alcalde revolucionario en “AUDI” blindado. Conoce la realidad de los sectores populares. Cree, con sinceridad que hay que relanzar el programa Barrio Adentro y propone el proyecto 3 en 1 y el gobierno nacional, en vez de agarrarle la volada, lo que ordena el Presidente es un cerco contra la Alcaldía Metropolitana, sin importarle los seres humanos más desprotegidos de la gran Caracas. Ante esa dolorosa realidad, la gente clama: respeten la voluntad popular y dejen trabajar a Ledezma.

jueves, 12 de marzo de 2009

3 en 1: El relanzamiento del programa Barrio Adentro

A gran necesidad, gran diligencia
Ramón Llull (1223-1315)
Escritor catalán.

Los que conocemos, vivimos y estamos sensibilizados con las necesidades que viven los sectores populares, estamos perfectamente de acuerdo en el sentido que el programa asistencial Barrio Adentro, no es una solución integral al grave problema de la salud, pero es una providencia que mitiga, en buena medida, la espantosa crisis que cada día se acrecienta en ese importante sector hospitalario. Ese programa es vital para la prevención y atención ambulatoria de enfermedades o dolencias que no necesitan una rigurosa y larga hospitalización. Fue una excelente idea, que nadie en sano juicio niega, pero que hay que relanzar para que no muera por inanición. Hay que actuar con diligencia.

Hablar del relanzamiento del programa Barrio Adentro no es una invención. Es una realidad y una gran necesidad. Basta acercarse a los módulos construidos y acondicionados para la atención ambulatoria de los pacientes y la provisión gratuita de las medicinas para observar que hay una gran cantidad abandonados y los que funcionan lo hacen a duras penas. El impulso inicial se ha ido perdiendo y de continuar la actual situación se corre el riesgo de que desaparezcan totalmente en detrimento de los más necesitados, excluidos y marginado del sector salud formal. A Ledezma, el alcalde que sube cerros y camina Barrio Adentro, le preocupa la situación y lanza una propuesta para no dejemos perder ese derecho adquirido de las clases populares. Hay que aportar soluciones o te conviertes en parte del problema.

En el área metropolitana de la capital de la república, el alcalde mayor, Antonio Ledezma, acaba de lanzar una idea para solucionar esta problemática. El esquema 3 en 1, que consiste en hacer una evaluación rigurosa del funcionamiento del programa y una vez detectadas las fallas, en cada módulo que se tenga que reactivar; el gobierno nacional, la alcaldía de Libertador y la alcaldía metropolitana, aporten un médico, una enfermera c/u y cancelen entre los 3 los gastos para cubrir los insumos que se utilicen para atender los pacientes. Ese permitiría que se mantengan abiertos las 24 horas del día en 3 turnos y la comunidad se sentiría más incluida y atendida. Vale la pena hacer el esfuerzo donde los únicos beneficiarios serían los vecinos más desasistidos. El alcalde Mayor está actuando con gran diligencia.

Hay que aportar soluciones para que las instituciones concertadamente atiendan con la mayor prontitud las urgentes demandas de los sectores populares. Basta de confrontaciones. Esa política de carrito chocón, no soluciona problemas, los agudiza. Hay que conceder el beneficio de la buena fe al alcalde Ledezma y aceptarle la propuesta del esquema 3 en 1, que permitiría relanzar con posibilidades de colocar ese importante y vital programa de Barrio Adentro operativamente y con una cobertura más amplia para los vecinos más desamparados de la gran Caracas. En la buena fe hay que creer, la mala hay que probarla y si no se prueba la mala fe del alcalde mayor, el gobierno nacional, al no aceptar la propuesta, es sospechoso de poseerla. A buen entendedor pocas palabras.

El monopolio de la verdad, de la sensibilidad, los deseos y voluntad de trabajar para beneficiar a la gente más necesita, no es patrimonio exclusivo de quienes se dicen llamar revolucionarios. Todos lo venezolanos con sensibilidad y conocimiento de causa, poseemos ese deseo y voluntad, solo tenemos que acercarnos, reconocernos, respetar la voluntad popular y, sin que nadie renuncie a sus posiciones o creencias, ponerse a trabajar concertadamente para atender y solucionar los problemas de la comunidad, poniendo énfasis en los más necesitados. Hay una gran necesidad y hay que actuar diligentemente.
Hay que ser diligente y el alcalde Antonio Ledezma, que conoce la gran necesidad que hay en los sectores populares de la gran Caracas, está actuando en consecuencia. El gobierno nacional tiene la palabra para que entre los 3 gobiernos reactiven – 3 en 1 – para beneficio de las grandes mayorías, el programa Barrio Adentro. Los vecinos lo merecen. ¡Vale!

sábado, 7 de marzo de 2009

La inseguridad, ¿hay voluntad política?

No puede haber grandes dificultades
cuando abunda la buena voluntad

Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
Historiador, filósofo y político italiano.


Hay quienes afirman que se puede vivir con hambre, pero no con miedo. Desde hace bastante tiempo en toda la geografía nacional todos vivimos con miedo y un gran porcentaje de venezolanos sobrevive con ambos males. Negarlo es cerrar los ojos ante lo evidente o estar bien ausente de la realidad nacional. Ahora bien, ante esta calamidad, en un país presidencialista, la responsabilidad primaria recae sobre el ejecutivo nacional quien diseña y pone en ejecución las políticas públicas. Es de Pero grullo.

Otra perogrullada es también responsabilizar al poder judicial quien está obligado a la aplicación recta, imparcial y severa de la ley. Igualmente tienen que preocuparse por este grave flagelo, que diezma a la población, todos los demás poderes del estado e este involucrar a toda la sociedad. Entender esa necesidad, no releva de la responsabilidad primaria al ejecutivo nacional, que insisto, es el rector de las políticas públicas y tiene que actuar en consecuencia. En eso estamos entendidos y sólo falta voluntad política. El ejecutivo nacional está obligado a liderar la cruzada contra la delincuencia.

Ahora bien, la situación de la criminalidad en todas sus manifestaciones, la violencia en todas sus expresiones, los secuestros en todas sus variables, los robos de todo tipo, atracos, arrebatones, saqueos de viviendas está generalizado y el clima de miedo, terror y aprehensión a que hemos llegado, nos coloca en una situación de sálvese el que pueda. Eso es muy peligroso. Persuadidos de esa desazón, los responsables vociferan su compromiso de asumir el reto, echar el resto y anuncian batallas para ganarle la guerra a la delincuencia desatada. Esperemos la aplicación de esas políticas y sus resultados positivos. En sus buenos oficios encomendamos nuestras vidas y la salvaguarda de nuestros pocos bienes.

Los que tenemos confianza en nuestra capacidad de vencer adversidades, nos negamos a aceptar esta nefasta realidad como una tragedia o imprecación con la cual viviremos mientras nos toque entregar la vida a manos de la delincuencia. En esa dirección vemos con gran preocupación que el gobierno nacional en su afán de controlarlo todo, no permitir la ayuda de los “otros” y mucho menos aceptar que esos “otros” elegidos por la voluntad popular puedan adelantar acciones, diseñar políticas y peor aún sentarse con esos “otros” para llegar a acuerdos que permitan minimizar la inseguridad dejan pasar el tiempo y la situación se torna insoportable. Lavan muy poco y no permiten que los “otros” utilicen la batea para entre todos lavar la fea verruga de la inseguridad que tiene a los venezolanos aterrorizados. Uníos, uníos o la delincuencia os devorará.

La Alcaldía Mayor instaló el Consejo Consultivo de Seguridad bajo la égida del eximio venezolano Fermín Mármol León, quien junto a otro grupo de calificados especialistas están por presentarle al ejecutivo nacional, los gobiernos regionales y locales del área metropolitana y zonas aledañas un Plan Metropolitano de Seguridad. La respuesta de los voceros gubernamentales es satanizarlo por adelantado. El alcalde Ledezma creo la Corporación Metropolitana de Seguridad – inconstitucionalmente le quitaron la rectoría de la Policía Metropolitana – que formó los Guardianes Metropolitanos, desarmados, cuya actividad será el auxilio vial, orientación de los vecinos en el respeto a la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, prevenir delitos menores y servir de guías turísticos. La respuesta de los voceros del gobierno nacional. Son paramilitares y también los satanizan. ¿Y entonces? ¿Hay voluntad política para enfrentar la inseguridad? El pueblo observa, ve, evalúa, calla, pero vota. Por sus ejecutorías os conoceréis.
Lo cierto del caso es que estamos ante una emergencia nacional y una gran dificultad de consecuencias impredecibles. Los venezolanos estamos tras las rejas y los delincuentes son dueños de la calle, los sitios públicos, el campo y ya no respetan ningún tipo de seguridad por muy extrema que sea. ¿Nos adaptamos o sucumbimos ante la dificultad? Creo que NO. Hay que tener voluntad política y en Venezuela abunda en todos los sectores del país, voluntad de la buena.